miércoles, 23 de noviembre de 2016

APUNTES DE VIDA EGOCENTRICA


Prisiones de la vida egocéntrica:
Callejones sin salida,
Rutinas,
Hábitos arraigados,
Ideas fijas,
Vicios, complejos,
Conflictos y tormentos
El hombre no puede o no sabe cómo liberarse.

El creyente lucha contra un sistema mundial impío y contra Satanás, éstos no son sus mayores enemigos.

Batalla y problema reside en nosotros mismos, en el centro de nuestro ser.

Desde el interior abrimos o cerramos la puerta a Dios, o a Satanás y el mundo.

Jesús el tema que más enfatizó fue el del corazón.

¿Por qué? Porque el corazón es el punto crucial de todo asunto (Pr. 4:23).

Un corazón nuevo es la mayor necesidad del ser humano.

Ningún método de la ciencia y del análisis humano, puede soltar al hombre de sus ataduras reales; y eso es porque ignora la fuente del problema humano.

Problema es un EGO innato y voraz.

El egocentrismo, está en el fondo de las muchas prisiones que el hombre crea para sí.

Satanás no es nuestro mayor enemigo.

Adversarios que el hombre enfrenta son los aspectos de nuestra vida egocéntrica, no redimidos, no sometidos y ocultos.

La Iglesia, y no el mundo, es la que debe tener las respuestas a los males de la humanidad.

Los problemas reales del hombre son espirituales.



VICTORIA SOBRE LA VIDA EGOCÉNTRICA


Desde Adán, el hombre se ha hundido en abismos mentales, emocionales y espirituales, y desconoce la forma de librarse de ellos.

Mayor problema reside en nuestro ser, en el corazón (Mr. 7:20-23; Mt.15:19-20).

Dios no ha dejado al hombre sin esperanza, ha provisto la forma de tener corazón y espíritu nuevos a través de un nuevo pacto.

Jesús enseñó  y enfatizó el tema del corazón más que cualquier otro, el corazón es el punto de partida de todo asunto (Pr. 4:23).

La necesidad de un nuevo corazón es, y siempre ha sido, la mayor necesidad del ser humano (Mr. 3:5; 6:52; 8:17; 10:5; 16:14).



¡SATANÁS NO ES NUESTRO MAYOR PROBLEMA!

¡Las áreas no redimidas, no sometidas y no iluminadas de la vida egocéntrica, son los mayores obstáculos que el hombre enfrenta!

Tenemos una naturaleza pecadora.

Después que Satanás y todos sus espíritus sean encerrados y eliminados, el hombre seguirá teniendo una naturaleza egoísta, obstinada y rebelde con la cual batallar.

Satanás será atado por mil años como lo muestra Apocalipsis 20, pero todavía la naturaleza humana se resistirá y rebelará contra Dios.

Es por eso que no podemos culpar a Satanás de todo.

Hay una naturaleza resistente y voluntariosa que reside en lo profundo del hombre.

Satanás entra en donde encuentra una debilidad, o en donde hay una puerta abierta que lo acoge.

Por lo tanto, el mayor problema no es Satanás sino nuestro corazón.

Las áreas no redimidas, no rendidas y oscuras de la vida egocéntrica, invitan a Satanás a entrar.




Un corazón puro es la clave para mantener fuera a Satanás. Jesús dijo: “...viene el príncipe de este mundo; y él nada tiene en mí” (Jn.14:30). 

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