lunes, 20 de septiembre de 2010

LA REPRODUCCION ESPIRITUAL

Les entrego este bosquejo, de un breve, pero buen libro de discipulado.

I. NUESTRA TAREA : LA REPRODUCCION ESPIRITUAL


Una iglesia que es fiel al modelo neotestamentario será una iglesia que crezca en número lo mismo que en espiritualidad ( Hch. 1:15 ; 2:41-47 ; 4:4 ;5:14 ).

Pero, hay cierto tipo de crecimiento numérico que obedece a móviles no espirituales ( Hch. 8:9-24 ), un crecimiento numérico de esta clase destruye la efectividad de las iglesias.

Una iglesia espiritual, será aquella que engendre vida espiritual, será una iglesia que experimente las palabras de Cristo ( Jn. 15:16 ).

El crecimiento de la iglesia neotestamentaria se debe a la obra de evangelización personal (Hch.2:4-8 ; 4:31 ; 8:1-4 ; 11:19-21 ). Practicaban la reproducción espiritual de esas nuevas almas.
Cada uno que aceptase al Señor persuadía a otros que creyeran en El. Formándose así una cadena de reproducción espiritual. Ejemplo: Andrés gana a Pedro ( Jn. 1:40-42 ), Pedro predicó en Jerusalén en el día de Pentecostés, y gana más almas para Cristo, ( Hch. 2:41 ), luego viene la persecución y van testificando a otros, así, nace la iglesia de Antioquia ( Hch. 8:4 ; 11:19-21 ). Otro ejemplo: Pablo gana a Aquíla y Priscila (Hch.18:1-3 ), estos discipulan a Apólos ( Hch. 18:26 ), luego lo encontramos en Acaya demostrando por las escrituras que Jesús era el Cristo ( Hch. 18:28 ). Pablo establece este concepto de Reproducción Espiritual ( 2 Tim. 2:2 ).



II. PARA SER UN REPRODUCTOR ESPIRITUAL ES NECESARIO ESTAR SEGURO DE SU PROPIA RELACION CON CRISTO.


El pueblo de Dios se caracteriza por un gran sentido de seguridad.

Job ( Job 19:25 ).
Los Samaritanos ( Jn. 4:42 ).
Pablo ( 2 Co. 5:1 ; Rom. 8:38-39 ; 2 Tim. 1:12 ).
Juan ( 1 Jn. 5:13 ).



1. LA SEGURIDAD DE LA SALVACIÓN

Gran parte de la gente piensa que la salvación se alcanza, cuando menos en parte, mediante los propios esfuerzos de uno. Pero el esfuerzo humano jamás alcanza a satisfacer las demandas de un Dios justo y perfecto, entonces, esta gente se siente insegura, siempre creen que algo falta todavía.

La salvación no se funda en obras humanas, sino en la obra divina. Estando el hombre sumido en el pecado, impotente para salvarse y condenado al castigo eterno ( Ef. 2:1-3 ), Dios mismo intervino para obrar su redención ( Ef. 2:4-10 ).

Jesucristo toma nuestra naturaleza humana ( Jn. 1:14 ; Ga. 4:4 ), nunca cometió pecado ( Heb. 2:17-18 ; 4:15-16 ), tomó nuestras culpas y subió a la cruz del calvario para pagar por nosotros la deuda de nuestra maldad ( 1 Pd. 3:18 ; Rom. 5:8 ).

Resucitó demostrando que tenía poder, triunfando sobre la muerte. Por tanto es digno que pongamos en El nuestra fe ( 1 Co. 15:20-22 ).

En su segunda venida pondrá fin al pecado ( 2 Tes. 1:6-10 ), e inaugurará su reino eterno ( Lc. 1:32-33 ; 1 Tes. 4:16-18 ). Esta es la base de nuestra salvación: una obra divina completa.

Esta salvación es para el hombre un regalo de Dios ( Ef. 2:8 ; Rom. 6:23 b ). Para obtenerla hay dos condiciones, “arrepentimiento para con Dios y ...fe en nuestro Señor Jesucristo” ( Hch. 20:20-21 ). Para que él nos perdone y nos haga personas nuevas ( 2 Co. 5:17 ). Es recibirle a él como Señor y Salvador de nuestras vidas ( Jn. 1:12 ; Ap. 3:20 ).

Quién ha recibido a Cristo, está seguro de su salvación por el testimonio de la palabra de Dios ( 1 Jn. 5:11-12 ).

La realidad de nuestra salvación depende de la obra perfecta y completa de Cristo al morir en la cruz por nuestros pecados ( Rom. 5:8 ; 1 Pd. 3:18 ).

La seguridad de nuestra salvación depende del testimonio de la palabra de Dios ( 1 Jn. 5:11-12 ).



2. LA SEGURIDAD DE LA VICTORIA


Antes de recibir a Cristo como nuestro Salvador no éramos hijos de Dios, éramos de Satanás ( Jn. 8:44 ), pero Cristo nos rescató de su dominio ( 2:15 ; 1:13 ).

Satanás está preocupado que por nuestro testimonio otros escapen de su lazo ( 2 Tim. 2:24-26 ). Nos tiene declarada la guerra ( 1 Pd. 5:8 ), pero no nos puede quitar la salvación ( Jn. 10:27-29 : Rom. 8:38-39 ). Espera echar a perder nuestro testimonio ( 1 Tes. 3:5 ; 2 Tim. 4:10 a ). Frente a este enemigo qué seguridad podemos tener?.

Por una parte , la seguridad del socorro de nuestro Salvador, el cual ya derrotó a Satanás ( Heb. 2:18 ). También la instrucción de su ejemplo, rechazó a Satanás con un “escrito está” ( Mt. 4:4, 7, 10 ).
Además tenemos la intercesión de Cristo a nuestro favor ( Lc. 22:31-32 ; Heb. 7:25 ). Y por fin, tenemos la seguridad de sus promesas de victoria ( Stgo. 4:7 ; 1 Co. 10:13 ).

Toda esta seguridad descansa en la fidelidad de Dios ( 1 Co. 10:12 ). Por tanto, dependamos continuamente de Cristo, y la victoria será nuestra.



3. LA SEGURIDAD DEL PERDON


Ningún creyente es libre de pecado ( 1 Jn. 1:8-10 ), cuando cometemos faltas nuestro adversario nos acusa delante de Dios ( Ap. 12:10 ) y en nuestra propia conciencia. Ya que cada creyente desea tener una buena conciencia ( Hch. 24:16 ; Heb. 13:18 ), Satanás nos echa en cara nuestro pecado, procurando desalentarnos a seguir testificando por nuestro Señor ( Rom. 7:21-24 ).



4. LA SEGURIDAD DE LA PROVISIÓN


Lo dicho anteriormente demuestra que el reproductor espiritual se enfrenta a una tarea difícil. Le combate un enemigo sagaz, le rodea un mundo hostil, y por dentro le asedia su propia naturaleza carnal, procurando desviarlo del propósito de servir a Cristo su Señor. Por tanto, es indispensable la constante ayuda de Dios. De otra manera fracasará ( Jn. 16:24 ).



III. PARA SER UN REPRODUCTOR ESPIRITUAL ES NECESARIO SER LLENO DEL ESPIRITU SANTO


“Sed llenos del Espíritu Santo” ( Ef. 5:18 ), esta orden es para todo el pueblo de Dios, debe ser la condición constante de cada uno.

Diez veces en el libro de lo Hechos se nos dice que los discípulos actuaban estando llenos del Espíritu Santo ( Hch. 2:4 ; 4:8, 31 ; 6:3, 5 ; 7:55 ; 9:17 ; 11:24 ; 13:9, 52 ). Esto explica sus triunfos y conquistas, nuestras derrotas son porque no damos cumplimiento a esta orden.




1. LA RELACION QUE SOSTIENE TODO CREYENTE CON EL ESPIRITU SANTO


( 1 ) El Espíritu Santo nos convenció de que éramos pecadores y de que estábamos perdidos ( Jn. 16:7-8 ; Hch. 2:4, 37 ).

( 2 ) El Espíritu Santo nos convirtió ( 1 Co. 12:3 ).

( 3 ) El Espíritu Santo nos regeneró ( Jn. 3:5 ; Tit. 3:5 ).

( 4 ) El Espíritu Santo nos selló ( Ef. 1:13 ;4:30 ).

( 5) El Espíritu Santo nos dio las primicias, o sea, la garantía de nuestra herencia celestial ( Rom. 8:23 ; 2 Co. 5:5 ; Ef. 1:14 ).

( 6 ) El Espíritu Santo nos ha dotado a cada uno con algún don espiritual que nos hace aptos para el servicio que Dios espera de nosotros ( 1 Co. 12:7 ; 1 Pd. 4:10 ; 1 Co. 7:7 ).

( 7 ) El Espíritu Santo mora en nosotros ( 1 Co. 3:16 ; 6:19 ; Rom. 8:9 ).

De estas citas se desprenden tres consideraciones:

( 1 ) La obra redentora que Cristo consumó en la cruz es aplicada al corazón humano por el Espíritu Santo ( 1 Co. 6:11 ). El Espíritu Santo hace efectivo lo que Cristo hizo posible.

( 2 ) El Espíritu Santo ha dotado a cada creyente con algún don , esto lo hace apto para la tarea precisa que Dios desea que haga, entonces , ningún cristiano es inútil. La iglesia cristiana sufre cuando cualquiera de sus miembros dejó de prestar el servicio para el cual su don lo hace apto.

Es urgente que cada cristiano haga tres cosas:

a) Descubrir su don.
b) Desarrollar su don.
c) Dedicar su don al servicio de Dios y de la humanidad.

( 3 ) Cuando uno recibe a Cristo como su Salvador recibe también el Espíritu Santo, la recepción del Espíritu no es una experiencia distinta y aparte de la salvación, es más bien la misma esencia de la salvación.

Nuestra necesidad no es tener más del Espíritu Santo, sino, el permitir que el Espíritu Santo tenga más de nosotros.



2. LAS CONDICIONES PARA SER LLENOS DEL ESPIRITU SANTO.

( 1 ) DEJAR DE CONTRISTARLO ( Ef. 4:30 ). En el corazón del creyente mora el Espíritu Santo ( Rom. 8:9 ); 1 Co. 6:19 ). Su derecho es disponer totalmente de nosotros, guiándonos y usándonos para la gloria de Dios y la salvación de los humanos. Pero en vez de ponernos a su entera disposición le damos lugar al diablo, permitiéndole inducirnos a caer en pecado. En el acto incurrimos en adulterio espiritual y contristamos al Espíritu ( Stg. 4:5 ).

Todo el pasaje de Efesios 4:17-32 es una advertencia en contra del peligro de ceder a los deseos engañosos del viejo hombre. Cuando damos lugar al diablo las tendencias carnales se apoderan de nuestra vida y cometemos el pecado de contristar al Espíritu.

Si deseamos que el Espíritu nos llene, tenemos que oponernos continuamente a las maquinaciones de Satanás, resistiéndole “firmes en la fe” ( 1 Pd. 5:9 ).

( 2 ) DEJAR DE APAGARLO ( 1 Ts. 5:19 ). El creyente apaga el Espíritu cuando a sabiendas se niega a cumplir un deber cristiano. 1 Ts. 5:12-24 presenta una larga lista de deberes que el cristiano debe cumplir. El Espíritu Santo nos impulsa a dar cumplimiento a nuestras obligaciones cristianas. Si atendemos a su llamado, su llama arde con mayor pasión en nuestros corazones, pero si somos negligentes y rebeldes, incurrimos en el pecado de apagar el Espíritu.

Por supuesto esto no quiere decir que el creyente logra extirpar al Espíritu de su vida en forma total, puesto que el Espíritu nos ha sellado para el día de la redención ( Ef. 4:30 ).

( 3 ) SOMETERNOS POR COMPLETO A LA SOBERANIA DE CRISTO EN NUESTRA VIDA DIARIA

Nos hace falta tener presente siempre la estrecha relación que existe entre el Espíritu Santo y nuestro Salvador. La obra peculiar del Espíritu Santo es la de glorificar al Hijo ( Jn. 16:14 ). Tan estrecha es esta relación que Pablo dijo, “ El Señor es el Espíritu” ( 2 Co. 3:17 ). Así es que entre más absoluta es nuestra obediencia a Cristo, más completa será la manifestación del Espíritu Santo en nuestras vidas.

Hechos 5:32, aclara que el auxilio del Espíritu Santo a la hora de testificar, va en proporción directa a la disposición del testigo de ser obediente a la voluntad de Dios.

En hechos 4:23-31 se narra la experiencia de la iglesia en Jerusalén, las autoridades eclesiásticas ordenan que, “en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús” ( 4:18 ). La iglesia oró a Dios, y fueron llenos del Espíritu Santo, hablando valientemente la Palabra de Dios ( v.31 ). La iglesia entendía la relación entre ella y su Dios, vivían obedientemente los mandamientos de Dios y Dios les concedía la plenitud del Espíritu.

Los mandamientos de Dios se reducen a dos cosas: “Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y nos amemos unos a otros” ( 1 Jn. 3:23 ).

3. LOS RESULTADOS QUE SE SEGUIRAN CUANDO SOMOS LLENOS DEL ESPIRITU SANTO

( 1 ) El Espíritu Santo transforma nuestro carácter ( 2 Co. 3:18; Ga. 5:22-23 )
( 2 ) El Espíritu Santo nos guía a toda verdad ( Jn. 16:13ª ; 14:26ª )
( 3 ) El Espíritu Santo nos recuerda las palabras de Jesús ( Jn. 14:26ª )
( 4 ) El Espíritu Santo nos indica a quién hablarle del Señor ( Hch. 8:29 ; Rom. 8:14 )
( 5 ) El Espíritu Santo nos da valor para hablar de Cristo ( Hch. 4:31 ; 2 Tim. 1:7-8 )
( 6 ) El Espíritu Santo nos da sabiduría para hablar de Cristo ( Hch. 6:10 )
( 7 ) El Espíritu Santo da poder a nuestro testimonio ( 1 Co. 2:4 ; 1 Ts. 1:5 ).

IV. PARA SER UN REPRODUCTOR ESPIRITUAL ES NECESARIO PREPARARSE PARA LA OBRA PERSONAL

1. ASIRSE DE LA PALABRA DE VIDA.

En Filipenses 2:15-16, Pablo describe a los creyentes como “luminares del mundo”, rodeados de “una generación maligna y perversa”, a la cual tenemos la obligación ( privilegio ) de iluminar. Para esto es necesario que estemos “asidos de la palabra de vida”. Es decir, necesitamos una comprensión clara de la enseñanza de la Biblia.

Dentro de nuestra comprensión de la enseñanza general de la Biblia es necesario que conozcamos bien el camino de la salvación ( puede estudiar el folleto de “Las 4 leyes espirituales ).

2. PRACTICAR LA ORACIÓN

Jesús dedicaba los primeros del día a la comunión con el Padre celestial ( Mr. 1:35 ). Buscaba la soledad para no ser interrumpido en sus oraciones ( Lc. 5:16 ). A la vez, señala que podía orar aún en medio de las multitudes ( Lc. 10:21 ). En las crisis de su vida oró intensamente, antes de su batalla con Satanás en el monte de la tentación ( Lc. 3:21 ), antes de escoger a los doce apóstoles ( Lc. 6:12 ), cuando las multitudes querían hacerlo rey terrenal después del milagro de la alimentación de los cinco mil ( Mr. 6:46-48 ), antes de ser transfigurado ( Lc. 9:28-29 ), y en el huerto de Getsemaní ( Mt. 26:36-44 ).

Para Jesús la oración era un hábito inquebrantable.

Los elementos para la oración cristiana son cuatro:

( 1 ) Adoración: invocarle, alabarle, agradecerle su misericordia.
( 2 ) Confesión de todos los pecados con que hemos ofendido a Dios.
( 3 ) Intersesión, por la causa mundial de nuestro Salvador, por la conversión de las almas perdidas y por las necesidades de nuestros hermanos en la fe.
( 4 ) Petición por nuestras propias necesidades.

3. TENER FE EN DIOS Y EN SU PALABRA

El Señor Jesús en Nazareth no pudo hacer milagros a causa de la incredulidad de ellos ( Mr. 6:5-6 ). Por el contrario en la región de Tiro y de Sidón ( Mt. 15:28 ).

El evangelismo personal demanda fe en el amor y en el poder de nuestro Padre Celestial. Dios es amor ( 1 Jn. 4:8 ), su amor abarca el mundo entero ( Jn. 3:16 ), su deseo es que todo el mundo sea salvo ( 1 Tim. 2:4 ; 2 Pd. 3:9 ). Dios es poderoso para hacer todo lo que se propone ( Ef. 3:20 ). “Al que cree todo le es posible” ( Mr. 9:23 ).

La obra del evangelismo personal demanda fe también en la eficacia de la Palabra de Dios.

Por ella nos hace sabios para la salvación ( 2 Tim. 3:15 ) ; inspira fe en nuestros corazones ( Rom. 10:17 ) ; nos limpia de pecado ( Ef. 5:26 ); y nos hace renacer ( 1 Pd. 1:23 ).

La palabra de Dios es la espada del Espíritu ( Ef. 6:17 ), que penetra la conciencia de todo hombre ( Heb. 4:12 ). Es el martillo y el fuego con que Dios desbarata toda oposición ( Jer. 23:29 ). Es útil para la edificación de los creyentes ( 2 Tim. 3:16-17 ). Nunca está presa ( 2 Tim. 2:9 ) y nunca vuelve vacía ( Is. 55:11 ).

Por tanto al llevar a cabo la obra de evangelización personal tengamos confianza en que no es la voluntad de Dios que fracasemos.

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